miércoles, 5 de marzo de 2008

La violencia II

"La historia es una película que agarramos empezada" (Anónimo... Juan Carlos Anónimo)
Historia violenta la de Colombia.
Digo algo que se sabe pero no se asume. Conocemos mas de la revolución francesa, del imperio romano o del Egipto antiguo que de la Colombia cercana.
Jorge Eliécer Gaitan ("el Perón colombiano" se decía en los ´40 en Argentina), dirigente del Partido Liberal de Colombia (¿Viste que los nombres no significan nada?), con adhesión casi hegemónica en las clases bajas y medias iba camino a ser Presidente de Colombia cuando las balas truncaron su destino un 9 de abril de 1948.
Sobre su asesinato no hay acuerdo.
Algunos dicen que lo ejecutó el establishment colombiano a quien Gaitan pretendía socializarle la riqueza. Otros acusan a la CIA. Los desconocidos de siempre sonríen de costado y preguntan: "¿Que? ¿Son cosas distintas?".
Esa muerte marca el comienzo de todos los grupos insurgentes en Colombia.
EPL, PRT, CRS, QL, FARC y M19, cada uno con su historia, cada uno con su futuro.
En los primeros meses del ´90 el M-19 anunció su desmovilización y su voluntad de integrarse como partido político al sistema colombiano.
Pero no es tan facil desandar la opcion violenta. La bola sigue rebotando descontrolada.
Un grupo se escindió y acuso a los "partidocraticos" de haber recibido dinero del estado para "bajar las banderas" (y entregar los fusiles que era lo que mas importaba) y se volvió a la selva.
El M-19 siguió adelante y se preparó para las elecciones. Pero no era tan fácil. Fuerzas paramilitares le ejecutaron a mas de tres mil militantes o candidatos.
Lo exterminaron.
Las FARC aprendieron una lección dura. "Si asomamos la cabeza nos la vuelan".
La opción es cero. Su highlight fue desde entonces el secuestro, incluso de niños, y a la manera del senderismo arrepentido los negocios con la frula.
Con zurdos así...
A veces, cuando los sueños copulan con la realidad engendran monstruos.
Iba a poner siempre pero no me animé.
Paramilitares hay en Colombia desde fines de los ´60. Son una tradición. Resurgen cada tanto como para cumplir con un destino sudamericano.
A veces se llaman Los Pepes y se abocan a matar narcos o colaboradores.
A veces son empleados por empresas como la de bananas Chiquita (durante años tuve una banana inflable como propaganda infantil de esta empresa... ¿No es hermosa la vida?) para, de paso, moderar alguna protesta sindical.
Los paramilitares de hoy se hacen llamar muy apropiadamente Nueva Generación y están tan metidos dentro del estado que los ministros no renuncian cuando fracasan sus políticas sino cuando les descubren los nexos.
Su highlight es el descuartizamiento en vida.
Como Colombia tenia pocos problemas vino el narcotrafico a marcarle los últimos 30 años de su vida política.
No se puede ser presidente de Colombia sin acuerdo con los carteles de la droga.
Es algo que se dice como quien dice llueve.
"Esta en juego mi go-ber-na-bi-li-dad" dicen los presidentes colombianos haciendo bocina con las manos. No discuten con el dueño de un boliche de verano precisamente.
Sino con tres tipos armados que son sus padres y que lo han engendrado.
No es un trabajo envidiable.
Colombia merece otra cosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El arrepentimiento solo genera culpa y paraliza, no obstante aprender de los errores pasados proyecta nuestro devenir y el de nuestros hijos.
En la tumba del caudillo, paz.