domingo, 27 de noviembre de 2011

Olvidar a Marx

Leyendo "Como cambiar el mundo", el libro-resumen de Eric Hobsbawn sobre el marxismo, un espectro nos sobrevuela en la lectura: Hay que olvidar a Marx.
Con escrupulosa honestidad intelectual Hobsbawn revela que aunque Marx (y Engels) hacen acertadas descripciones acerca de la vida humana en el capitalismo sus predicciones (sobre todo aquella acerca de que el capitalismo había creado sus propios sepultureros) ya pueden reputarse equivocadas.
El marxismo (de Marx) según Hobsbawn es una larga serie de malos entendidos y extrapolaciones. De escritos coyunturales adecuados a un estadio concreto del capitalismo. Fuertemente acotado geograficamente además. La critica clásica peronista al marxismo ("Marx se olvidó de toda la cuestión colonial") es retomada por Hobsbawn pero extendiéndola a todo el mundo "subdesarrollado".
El marxismo es una especie de deseo infantil de que las cosas no sean como son, una forma de pensamiento mágico. La idea es por demás mecánica: Los trabajadores han de sufrir tanto con el capitalismo que al final se rebelaran y se lo comerán con fritas. ¿Detras de esta afirmación que otra cosa hay mas que el deseo de tener una historia tan inexorable como facilonga que nos resuelve todo?.
Que quede claro. La sincera indignación que Marx y Engels sienten en la Inglaterra de las primeras décadas de la revolución industrial merece toda nuestra simpatía. Es emocionante que estos dos burgueses (y mucho mas Engels, el hijo de un empresario textil no precisamente menor que escribe "La situación de la clase obrera en Inglaterra") se enojen de tal modo ante la humillación a la que son sometidos cientos de miles de seres humanos, hombres y mujeres, ancianos y niños. Que de allí deriven tanto una ideología, como un partido de masas, una practica política y las leyes de la historia es una pretensión (que se ha demostrado es) desmedida.
Los peronistas descubrimos hace añares que el trabajo no solo puede ser alienante como dice la tesis marxiana sino también ordenador, organizativo y además, pedagógico.
En efecto, no pocos trabajadores aprendimos a usar computadoras trabajando y que después derivaron en blogs en Internet (sardónica sonrisa). Los obreros de la construcción saben elegir materiales a partir de su experiencia levantando Le Parc o truchando hormigón en el barrio de Belgrano. No es casualidad que en la villa 31 no se caigan las casas.
Lo dice Hobsbawn (que le puede enseñar marxismo a mas de media Facultad de Ciencias Sociales) "Marx ignoró que el capitalismo podía traer beneficios a las masas" (cito de memoria).
La verdad es que Marx escribió sobre un capitalismo que ya no existe y que, incluso en 1848, cuando escribió su celebre manifiesto empezaba a cambiar de la mano del carbón y el acero.
Mala suerte, nace ya medio despegado de la realidad material que debía sustentarlo. No es resulta extraño entonces que los socialismos reales hayan sido experiencias tan diferentes como la Unión Soviética, China, Cuba, Camboya, Vietnam o Corea del Norte. Es que no hay pistas en Marx acerca de como será la sociedad del futuro cuando se cuelgue al ultimo burgués.
Los socialismos reales fueron entonces lo que buena o malamente pudieron ser. Sin mas hoja de ruta que un pragmatismo mas o menos similar al de cualquier populismo latinoamericano. Ahí están la Tierra Central y la pequeña Cuba andando su camino sin buscarlo en los viejos libros.

8 comentarios:

José Pepe Parrot dijo...

Acuerdo en algunas cosas, en otras no.
Pero lo original de Marx no es tanto las conclusiones de sus análisis allá lejos y hace tiempo (acierta cuando dice que ese capitalismo está superado) sino el método que permite pensar la base material de la sociedad como fundamento de la vida social en todos los aspectos.
Luego, insisto, disiento en muchos puntos.
Incluso con Eric Hobsbawn al que respeto mucho.
De todas formas y antes de cualquier exégesis le cuento que yo consideraría la superación del capitalismo como el primer paso del progreso.
Pero esas son veleidades mías.

Eduardo dijo...

El trabajo es alienante en lo que respecta a la libertad y en eso Marx no se equivoco. Que trae tambien algunos beneficios, pues tampoco Marx lo negaba. Nadie dice que el capitalismo es peor que el a servidumbre feudal o el esclavismo griego.
El problema con el peronismo visto desde el largo plazo, es el que dicen los troskos: el peronimo es reformista. Y es verdad. No hace mas que paliar en mejor o menor medida, la calidad del trabajador.
Pero no cambia no cambia las relaciones de dominacion de una clase sobre otra.
Pero tambien hay una realidad (y por eso el peronismo o las socialdemocracias europeas triunfaron y los troskos no) es que la gente tiene problemas concretos y de corto plazo que necesitan solucion y no pueden andar haciendo la revolucion. Y tampoco nadie se pone a pensar si son seres libres o no.
Pero cuando uno tiene el estomago lleno y se pone a pensar un poco, la critica sobre la libertad, que es la critica fundamental de Marx al capitalismo, sigue vigente...

Anónimo dijo...

Si todo muy lindo Eduardo pero los marxistas no tienen ni media idea acerca de como seria esa "libertad en serio" que vendria despues de la revolucion.

Barapa dijo...

No es la primera vez y no será la última que se busca dar por superado el marxismo. Pero se sigue hablando de él como si no hubiera muerto hace ya tiempo. Extraña contradicción esa de hablar de un muerto como si estuviera vivo. Muerto varias veces, pero al parecer ejerciendo una gravitación que podría responder mejor a un ser de mayor vitalidad. El peronismo, con todo su poder y sus glorias, es un fenómeno político y cultural local, como lo son sus rémoras y zonas siniestras. El marxismo, un fenómeno universal al que se deben muchas de las luchas por las conquistas obreras y populares en todo el mundo. El futuro es largo y los muertos muchas veces tendrán algo que siguen respirando. De marxismo se habla en Venezuela y se habla en Bolivia. También lo vuelven hablar los estudiantes chilenos, liderados por una marxista. El más extraordinario presidente que pueda haber existido, a mi juicio personal, fue Salvador Allende, un marxista. Y el otro que hay también, Fidel Castro. El futuro es largo. Valdría la pena que no se adelanten velorios cuando el muerto anda, después de tanto viento en contra, vivito y de gran parranda. Saludos

MC dijo...

Mi estimado Lic. me temo que cada uno entiende lo que quiere entender. También dice Hobsbawm: "Hay una serie de características esenciales del análisis de Marx que continúan siendo válidas y relevantes", 1) Análisis de la dinámica global del desarrollo económico capitalista. 2) Análisis del mecanismo de crecimiento mediante la generación de contradicciones internas y "La tercera característica es mejor ponerla en boca de sir John Hicks (...) "La mayoría de aquellos que desean establecer un curso general de la historia, utilizarían las categorías marxistas o una versión modificada de las mismas, puesto que hay pocas versiones alternativas disponibles" (...) para que haya alguna posibilidad de éxito deben plantearse la preguntas de Marx, (...). Si la URSS de papá Stalin no hubiera estado aliada a los EEUU/UK para combatir la Alemania NAZI y disputando hegemonía global con los EEUU tal vez el marxismo en Argentina y en el mundo hubiera tenido otro destino histórico. Bien se pregunta el compañero Eric "¿Hasta que punto era marxiano el modelo de socialismo que tenían en mente los socialdemócratas y el socialismo establecido por los regímenes comunistas?"
En fin creo que el Carlos Enrique M. no ha muerto aún y me atrwevo a decir que está mas peronista que nunca.
Saludos

DP dijo...

Baleno: mi respuesta a su post:

http://eldiablosellama.wordpress.com/2011/11/29/hay-posts-que-son-mejores-olvidar-respuesta-al-lic-baleno/

DP

ortega dijo...

Dudo que Baleno haya tenido alguna vez entre manos el libro del que habla. Estimo que el libro debe llevar el nombre del autor en la tapa. Baleno no sabe escribir dicho nombre, así que es probable que sólo haya visto el libro al pasar en auto por delante de la vidriera de alguna librería.

Lic. Baleno dijo...

No tuve nunca el libro entre las manos porque ahora los libros vienen en formato digital che...