El peronismo siempre fue un "partido ómnibus" según la feliz definición de Fernando Henrique Cardoso. Recordemos que para este sociólogo ex-presidente brasileño los partidos ómnibus son aquellos que parten del propósito explícito de reunir seguidores de diversas doctrinas e ideologías para alcanzar objetivos comunes a todos.
Aunque los peronistas nos jactamos de haberlo inventado todo son partidos ómnibus tanto el Partido Demócrata como el Partido Republicano en EE.UU. y el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) de Brasil.
La transversalidad social, económica, cultural y política son su signo característico. Gatos (bien) distintos en la misma bolsa. Ningún partido se gana con 11 arqueros aunque sean buenisimos los 11, ni siquiera con 11 Maradonas.
El peronismo, creemos, obtiene de allí su fortaleza. No, claro, sus éxitos.
Aun en el fracaso, Menem fue un exponente legitimo del peronismo. Aunque a algunos compañeros les repele (bueno, a mi, sin ir mas lejos, no me daban las patas para alejarme) el menemismo nunca fue un fenómeno exogeno. Isabel tampoco. Hay que asumirlo sin pena.
En la sumatoria amplia en pos del desarrollo con justicia social como norte, los peronistas hemos tenido éxitos (Perón, Kirchner) y fracasos (Isabel, Menem). No hace falta leer a Laclau para notar que el éxito o el fracaso de una empresa no invalidan el objetivo.
La discusión hay que ponerla en la capacidad o no del peronismo (del kirchnerismo) para desarrollar la sociedad. Se debate hoy la posibilidad real que tiene el kirchnerismo (el peronismo) para proponerle a la Argentina un camino diferente al que ofrecen los factores tradicionales de poder.
Una política desde el gobierno que aspire al desarrollo con justicia social debe ser capaz de plasmarse en propuestas, prácticas sociales y organización.
Algo de eso están haciendo las "juventudes hitleristas" que asustan hipocritamente al Grondona malo. Se juntan los científicos, se juntan los músicos, se juntan los que juegan al fútbol, se juntan los blogueros, se juntan los putos, nos juntamos todos. El peronismo exitoso (el kirchnerismo de la victoria digamos...) siempre encontró en esa dinámica su mejor funcionamiento.
3 comentarios:
Es cierto, nos estamos juntando. Ahora viene lo más complicado: la organización, pues ahí es donde florecen muchas miserias. Sin embargo, como hay un liderazo ordenador (típicamente peronista) la cosa podría ser menos dificultosa.
Un abrazo.
Muy bueno Baleno.
En el omnibus el conductor es muy importante, los pasajeros pueden hacer el viaje placentero o imposible pero el que conduce tiene la inicitaiva.
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