
Este domingo 13 de diciembre los chilenos van a las urnas a definir quien será su Presidente por los próximos seis años.
Todo parece indicar que la primera vuelta sera ganada por Sebastian Piñera. Para los argentinos, se trata de una suerte de Macri, bastante mas formado y aguerrido, que representa a las fuerzas conservadoras.
La Concertación actualmente en el gobierno va con Eduardo Frei, el ex presidente democristiano del periodo 1994-2000
, un gobierno que pasó sin mayor pena ni gloria, que privatizó el agua, liberó el mercado de capitales, firmó tratados de libre comercio con EE.UU. y China e hizo enormes esfuerzos por sacar a Pinochet de la prisión de Londres “para juzgarlo en Chile”. Una novedad de este proceso eleccionario es que la Concertación ve amenazado su segundo lugar ante la aparición de Marcos Ominami, un ex-socialista que se presenta como candidato independiente
¿La Concertación no puede ganar? No hay nada que lo indique. La "buena imagen" de Bachelet es una tradición del sistema político chileno que premia al que se va, pero es un flojo indicador de influencia sobre el voto. Ricardo Lagos terminó su mandato con la mejor imagen de la historia de Chile y no le alcanzo ni para volver a ser candidato.
¿La Concertación sufre el desgaste de 20 años en el poder? Es lo que repiten todos los analistas políticos, nosotros,
como buenos peronachos, seguimos la linea que marcara el compañero Giulio Andreotti cuando dijera: "Il potere logora chi no ce l´ha" (
"el poder desgasta a quien no lo tiene").
Lo que "desgasta" a la Concertacion son 20 años sin modificar en nada la estructura social chilena. Que la educación siga siendo la mas cara del continente, que la salud siga siendo, como hace 20 años, un lujo asiático, que el crecimiento haya quedado concentrado en el 15% de la población, que la vivienda sea inaccesible...
Piñera, en cambio, ha conseguido que su conservadurismo luzca como moderno por la simple perspectiva de un cambio.