martes, 16 de septiembre de 2008
Villa Celina
El libro de Incardona nos lleva al conurbano real aunque a veces parezca mágico.
Creo que desde algunas letras de tango de los años ´40 que no tenemos literatura suburbana. Incluso lo suburbano estaba impregnado de los margenes porteños.
No encuentro autores que se dediquen a lo conurbano, a esa constelación que empieza en Piñeyro y termina al final de Berazategui al sur o se extiende en el oeste hasta Merlo o hacia el norte desde Vicente Lopez hasta Tigre.
Cortazar lo ignoró y, claro, nunca lo conoció.
Borges si se dedicó al suburbio pero el mismo admitía que escribía con los recuerdos del Buenos Aires de fines de siglo XIX. Además su suburbio era Pompeya o Villa Crespo.
¿Autores de moda en los ´60? Beatriz Guido, Victoria Ocampo, Silvina Bullrich, Marechal no incursionaron en los barrios de los obreros industriales.
Incardona nos cuenta la Villa Celina de hace poco que es la Valentin Alsina de hace poco, o el Olivos de no hace tanto.
Además Incardona es bloguero.
PD: La ilustración es de Daniel Santoro y forma parte del libro "Villa Celina".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Es buenísimo Incardona, además tiene la página el interpretador, y este libro es belleza pura nene.
Estimado Lic., Cortázar no ignoró al conurbano. Sencillamente no lo incluyó en su literatura. En la entrevista que pasan en encuentro (vergüenza es que las mejores entrevistas a Cortázar y Borges que haya visto sean las de la televisión española) habla bastante de los suburbios de Buenos Aires.
Igualmente creo que la propuesta de utilizar al conurbano como sujeto y objeto de la literatura no es una mala idea. Lástima que la joven guardia esté a años luz de una estética, una ética, una política, incluso, de algún modo poderosa.
Saludos,
Como se me va a olvidar de Roberto Arlt!
El si que le dedicó varias páginas a los suburbios. Se especializaba más en los porteños, aunque también tiene que ver con la época. Igual varias páginas de sus novelas pasan en temperley, tambien hay idas a Ciudadela y a algún antro del dock sud.
Para recomendar, un contemporáneo, Pablo Ramos. Sus dos novelas son para leerlas sin parar. Y en ellas también hay mucho conurbano. En este caso se da en la zona de Avellaneda, Dock Sud, Sarandí.
Voy a buscar esta novela de Incardona.
Cómo desaparecer completamente, de la Enríquez, es otro ejemplo de conurbano fiction. Además de muy bueno.
Cortazar hablaria del suburbio de los 40, y Arlt del 20.
Deben ser un poco diferentes al conurbano posindustrial.
Pablo Ramos si. Puede ser. Lo tengo pendiente. Quizas me convenga leer Lanus de Sergio Olguin.
Perdón, pero hacia fines de los 70, si no me equivoco, el Turco Asís escribió LA novela de la década, Flores robadas..., que además de tener a Quilmes en el nombre, es impensable sin la zona sur.
Publicar un comentario