En el día de ayer circulo un Guasap "asustaviejas" donde recomendaba no tomar agua de la canilla por una supuesta contaminación por cromo en el agua de red de Buenos Aires. La empresa estatal Aysa confirmo que había detectado contaminación por cromo lejos de las tomas de agua mediante los más de 600 mil controles anuales que la empresa ejecuta para monitorear la calidad del agua, AySA implementó entonces, de manera inmediata, acciones para anticipar y prevenir el eventual ingreso de este contaminante a sus plantas potabilizadoras.
La noticia aparece hoy chiquita en los diarios (en algunos ni aparece) porque el estado presente evitó una tragedia. Recordaran los memoriosos que en tiempos de reducción de gasto publico se acaban controles como los del Anmat (antes Instituto Nacional de Farmacología) y pasan cosas como los 25 muertos por ingerir propoleo contaminado (dicho sea de paso, la gente ya se olvido pero el propoleo se había vuelto popular porque antibióticos y antigripales eran carisimos). O se destroza el Instituto Nacional de Vitivinicultura y se consiguen 30 muertos por vino contaminado.
Eso si, las cuentas fiscales, a veces, no siempre, casi, en orden.
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