El rey de Holanda, Guillermo Alejandro, (si, el marido de Máxima) manifestó en su
primer discurso ante el Parlamento que "el Estado de bienestar clásico
de la segunda mitad del siglo XX está terminado” y debe ser sustituido
por lo que llamó “una sociedad participativa”.
¿En que consiste este nuevo cuento de la "sociedad participativa"? Diederik Boomsma, de la conservadora Fundación Edmund Burke en Holanda nos lo cuenta: “Cuando el gobierno habla de una
sociedad participativa está promoviendo que una red de ciudadanos se
haga cargo de cosas que hasta ahora suministraba el Estado. Si alguien
está desempleado, su red familiar y de amigos pueden darle los contactos
para encontrar trabajo en vez de esperar que lo haga el Estado con
impuestos que pagamos todos y afectan el crecimiento económico”.
Para el neo-liberalismo del siglo 21 estas por la tuya y es mejor que tu tribu sea fuerte para protegerte o la pasaras mal.
“El Estado de bienestar corrompe a la gente que recibe los beneficios
porque los hace dependientes de esta ayuda, al Estado porque crea una
burocracia gigantesca y a la sociedad porque nadie hace nada por el
resto”, dice Boomsma que no aplica la misma vara para su Fundación mantenida al parecer por dinero que proviene directamente de la tierra mágica de los duendes felices y por lo tanto imposible de corromperlo.
Según Boomsma uno de los mejores ejemplos del estado de bienestar corrompiendo al pueblo es la propuesta del socialista Alderman Peter Verschuren en
2008 para que se aumente la ayuda estatal para que la gente pudiera reemplazar sus viejos televisores por más
modernos de pantalla plana. Una medida épicamente peronista según nuestro punto de vista, que al parecer esta muy, pero muy mal. Los viejos televisores seguirán gastando mas electricidad y los vendedores con los brazos cruzados. A eso Boomsma le llama una economía moderna. Curioso.
Sin embargo la critica al estado de bienestar tiene una corta pero rica historia que debería hacerles revisar los supuestos macroeconomicos en los que se basa (suponiendo claro, que en la discusión haya buena fe y honestidad intelectual, lo que no está garantizado...) Holanda se ha comportado como un alumno modelo de austeridad
desde el año 2010 recortando el gasto público por más de 46.000 millones de euros. Y los resultados han sido contundentes: Sigue con un alto déficit fiscal y atraviesa su tercer año de recesión. Nuevamente la formula parece ser la locura de estar hundidos diez metros bajo el agua y buscar oxigeno diez metros mas abajo.
El círculo vicioso es típico de los programas de ajuste. Al recortar
el gasto cae la actividad económica, se recauda menos, se consume menos y entonces se produce menos y hay menos trabajo, por lo que se recauda menos reiniciando el circulo.
Según los socialistas holandeses la sociedad participativa que promueve el
gobierno es un intento de hacer que los servicios que presta el
Estado pasen a organizaciones caritativas, ONG´s y la familia o los amigos... como en la Argentina de 1999 por ejemplo.
Eso es lo que viene desde un lado de la pantalla... pero desde el otro...
Del otro lado (me suena...)
Samuel Bowles no es un marxista criado en Cuba sino un economista profesor emérito
de la Universidad de Massachusetts que hace años que viene desafiando
las teorías económicas sobre los mercados libres y su relación con la
desigualdad mundial.
Bowles argumenta que el consenso
neo-liberal de que la desigualdad es el precio del progreso está
completamente equivocado.
Bowles argumenta que las economías con mayor igualdad,
como los países asiáticos, han superado a las economías con mayor
desigualdad, como los países de América Latina. “Muchos economistas aseguran que la desigualdad
es el precio del progreso. Ha sido parte de la ideología económica de
neo-liberal, pero la evidencia muestra que eso es un mito y que esos
economistas están equivocados, la evidencia muestra exactamente lo contrario,
que las sociedades relativamente más igualitarias han tenido un progreso
económico mucho mayor a las desiguales”.
Bowles dice que al comparar el desarrollo de las economías asiáticas
como Corea del Sur, Taiwan y Japón versus América Latina, los países de
Asia tienen mejor distribución de riqueza, mayor productividad y niveles
de vida superiores.
Algo similar es evidente en las economías escandinavas, dice el
economista, señalando que tanto en el caso asiático como el de las
economías nórdicas, los gobiernos tomaron medidas específicas para
atacar el problema de la desigualdad y desarrollar sociedades más
justas.
“En Asia fue clave las reformas agrarias para redistribuir
tierras y en Escandinavia la implementación de garantías de empleo y de
salarios mínimos que garantizaban niveles de ingresos relativamente
altos en base de acuerdos entre el trabajador, los sindicatos y las
empresas, con el apoyo del estado”, explica Bowles. Esas medidas,
continúa el economista, “dieron un constante impulso a la productividad y
son ejemplos clásicos de capitalismo”.
Sostiene Bowles que la desigualdad es un
“costo” para el crecimiento ya que genera conflicto al interno de la
sociedad y absorbe recursos que podrían destinarse a objetivos más
productivos.
La batalla, señoras y señores, esta planteada.
9 comentarios:
Queda claro que el liberalismo económico financiero está vivito, coleando y sigue dirigiendo los destinos del mundo.
Y que lo diga un rey que vive del estado...
Los principes, princesas y demas monigotes zánganos mundiales, de qué viven????!!!!!
Mamita, les digo algo: si en Holanda y Alemania el "estado de bienestar" está moribundo imagínense lo que le espera a países como Argentina, piensen.
En cuanto a que los países con mayor "igualdad" son más "prósperos" les digo: están invirtiendo el orden de causalidad, no es que la prosperidad se deriva de la igualdad, es al revés.
Los países asiáticos basan su riqueza en el trabajo remunerado y de alta productividad, América Latina en los recursos naturales con baja participación de la mano de obra.
Así de fácil, es claro que la distribución del ingreso tienda a ser desigual en Latinoamérica.
Recupera la autoestima Alcides, no es correlativo que si les va mal a los alemanes al resto del mundo le ira peor. Esa vision sojuzgada, humillada, esa actitud de trapo de piso, de sentirse la escoria del mundo no es tu obligacion moral para con tus superiores intelectuales. Tenes que recuperar tu autoestima, pensa que el ejercito sovietico se paseo por Berlin, un grupo de campesinos mal armados y peor conducidos a los alemanes los hicieron meterse 38 metros bajo tierra, mira si no lo va a poder ahcer un estupido como vos?
bien anonimo 8.11, como me gusto tu comentario hacia un colonizado que continuamente nos atormenta con aseveraciones dudosas, para historico momento que nos toca vivir.marioaya
El rey no escribe el discurso, sino que es el primer ministro, elegido por un parlamento con origen en e voto popular.
O sea que es el pueblo holandés el que hoy por hoy quiere recortar el estado de bienestar.
Noooo! no es así, no son las ideas del rey de Holanda ni las del gobierno de tan progresista país; es que estuvo leyendo las memorias de su suegro donde, el padre de Máxima, relata sus conclusiones básicas luego de su experiencia como integrante del gabinete de gobierno del proceso...
Claro Mariano. Y asi les va a ir.
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