Manos anónimas (y alfonsinistas) depositaron en nuestra casilla de correo ultra secreta el libro "Como empezamos la democracia" del economista e historiador (y alfonsinista) Daniel Larriqueta.
El libro es interesante por cuanto se trata de un funcionario de segunda linea (dicho esto sin ningún animo peyorativo, desde luego) describiendo los primeros cuatro años del alfonsinismo de la victoria (acá un amigo me sugiere hablar del "alfon-cinismo", pero no voy a hacerle caso in memorian de Don Raúl).
No abundan los textos intimos de la Casa Rosada hechos por voces secundarias.
En ese sentido el libro de Larriqueta es un sensible y afortunado relato de anécdotas que tienen su encanto.
Destacamos una triada de hechos significativos.
Primero que escrito en el 2008 Larriqueta no se priva de vindicar al radicalismo como el primer gobierno que quiso privatizar como forma de obturar el deficit estatal, cosa que le debe parar los pelos a Gerardo Morales, ahora que esta tan mal visto ser privatizador.
Chapeau para la honestidad intelectual de Larriqueta que no deja de mostrar sin tapujos el que nos parece, es el lado mas flaco del radicalismo: Su escaso apego a lo nacional, la falta de confianza en sus propias fuerzas y un deficit de imaginación para resolver problemas.
En efecto, Larriqueta nos abruma con su trayectoria académica en Francia y sus conversaciones con Raymond Aaron acerca de la Argentina. Curiosamente a pesar de radicales de la talla de Arturo Jauretche y Crisologo Larralde se sigue buscando en Francia una respuesta argentina.
Es algo que fascina a los radicales y nosotros no lo podemos entender.
Segundo, el autor cuenta de un acto en el Chaco donde la Juventud Radical repartió sanguches de mortadela entre la concurrencia. Si fuéramos gorilas estaríamos hablando de sujetos sujetados, arrastrados como ganado a un acto político y ay ay ay como me rasgaría las vestiduras. Como no somos gorilas es una anécdota que sirve para calibrar como se mide con diferentes varas el mismo hecho.
Tercero y ultimo, Larriqueta dice algo que juzgamos brillante y es que la sociedad argentina iba mucho mas adelante y tenia mayores deseos de cambio que la UCR de 1984. En efecto, gran parte del fracaso del alfonsinismo lo ciframos en que Alfonsin no se animó a ser Kirchner.
Y te la dejo ahí picando.
7 comentarios:
En 1988/89 era Jefe de Prensa de una importante empresa del estado dependiente del Ministerio de Obras Publicas (cuando todavia estaba en la 9 de julio y Belgrano)
Tuvimos varias reuniones alli con el ministro del momento (Terragno) donde nos reunia para unificar el discurso que acompañara la planeada privatización de Aerolineas.
Cuál será entonces el mínimo factor común de los hombres que componen el radicalismo?
(1) Su escaso apego a lo nacional,
(2) su falta de confianza en las propias fuerzas,
(3) la falta de imaginación
(4) o el contundente "NO SE ANIMAN"?...
Encuestemoslo.
Que implica que Alfonsin no se animó a ser Néstor?
- Acaso que no se animó a dilapidar las Instituciones (aunque duela, les recuerdo que Néstor hizo uso y abuso de los Decretos de Necesidad y Urgencia al mejor estilo Menem, aún cuando tenía mayoría en la cámara)?
- Acaso porque no pudo doblegar a la oposición peronista que, salvo excepciones (ver próximo punto), estaba en ese momento en contra de las privatizaciones?
- Acaso porque mantuvo una coherencia a lo largo del tiempo, a diferencia de Néstor que apoyó y promovió la privatización de YPF (no, no se rasguen las vestiduras) en su etapa menemista?
Gente, entiendo su punto en términos generales. Pero, en su afán por endiosar a Néstor, caen en contradicciones groseras.
Néstor, al igual que cualquier político de raza, intuye la dirección del flujo del poder, y hacia allí va, aún cuando se contradiga.
Tal vez un bello e ilustrativo ejemplo de ello sea la fusión Multicanal con Cablevisión (y la consecuenta creación del mayor monopolio de cable del país): durante su primer gobierno, autorizó la fusión, y ahora en el segundo mandato, se lanza contra Clarín.
Pd. Gracias por el dato del libro. Voy a leerlo.
Bueno, Larriqueta sostiene (y nosotros estamos de acuerdo) que la sociedad en 1984 queria mas que lo que estaba dispuesta a ofrecer la UCR.
Y creemos que gran parte del predicamento del ex Gobernador de Santa Cruz se obtiene de haber ofrecido mas que lo que se esperaba de un gobernador menemista casi ignoto.
Licenciado, lo suyo me trajo un recuerdo a la memoria. Una vez siendo presidente, don Raúl le declaró a unos periodistas: "Estamos esperando que del exterior nos traigan las soluciones para nuestros problemas". Qué patada al hígado que me dio escuchar eso...
Un abrazo.
ah ok
la opción elegida: el escaso apego a lo nacional
q siga picando
V
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