En defensa del tren bala

Seguimos firmes en la defensa de causas impopulares.
Ayer Mempo Giardinelli publico esta diatriba contra el tren bala y hoy nos despertamos con ganas de defenderlo.
Casi no hubo polémica, solo desdén y miraditas sobradoras ante el anuncio de un Tren de Alta Velocidad para la patria, pero en conversaciones informales se percibe que el proyecto se ve como superficial, elefantiásico y tecnológicamente atrasado.
Yo soy de los pocos que le ve una utilidad mayor.
Y lo dice.
Desde el principio me pareció obvio que el tren bala no competía con el micro de larga distancia sino con el avión.
Me siento, debo confesarlo, un poco solo en esa percepción, porque todo el mundo se refiere al tren como prohibitivo para trabajadores u oficinistas y a mi jamás se me hubiera ocurrido un TAV para hacer Tigre-Retiro. Aunque Cristina ya lo esta vendiendo como Pilar-Retiro (en tren, valga la redundancia, de hacerlo mas aceptable para las clases medias urbanas de Buenos Aires).
Curiosamente una de las criticas de Mempo es que el tren será usufructuado por una elite... cosa que es cierta.
Como el avión.
Pero a un costo muy inferior y no solo en cuanto al pasaje sino a un costo ecológico mucho menor, los despegues y aterrizajes en tramos cortos como Mar del Plata o Fisherton son carísimos y terriblemente contaminantes. Queman miles de litros de combustible, gran parte en el despegue y el aterrizaje, que son casi todo el vuelo.
El mismo problema esta enfrentando Bolivia y su muy rentable ruta Santa Cruz-Cochabamba.
Es muy rentable pero los Boeing no están mas de 5 minutos en su velocidad crucero por lo que los otros 30 minutos están quemando litros y litros de combustible a un ritmo demencial.
Comparativamente el tren bala es un lujo desde el punto de vista del consumo y la emisión de gases.
¿Quien puede preferir un vuelo de media hora a Rosario en lugar de un tren de 2 horas? Nadie que no sepa que al tren, mal que mal, te subís y arranca, "la media hora de viaje en avión" es en realidad estar una hora antes como mínimo en el aeroparque y media hora después, mínimo, para bajar y retirar el equipaje, o viajar de Camet o Fisherton a la ciudad.
La media hora se hace dos y suelen ser tres como nada.
En ese punto no parece recomendable sostener que hay que poner aviones donde la solución mas económica, popular y ecológicamente sustentable es poner un tren que ande rápido.
Otra de las criticas de Mempo es que se prefieren estos proyectos de dudosa factibilidad en lugar de desarrollar la aeronavegación... justo en la semana en que se inauguró el aeropuerto de Rio Grande (Tierra del Fuego) demostrando una visión estratégica (o pura suerte si se prefiere) que se suele ningunear a pesar de que es básicamente correcto lo que dice Mempo, las distancias monstruosas de Argentina necesitan de aviones.
Lo que no necesita aviones es el cuadrado Rosario-Córdoba-Buenos Aires-Mar del Plata.
¿Cuanto se ahorra en 10 despegues menos de un 737? ¿Y en 90 al mes?
Otro argumento es que como los trenes suburbanos andan mal es absurdo invertir en un tren de alta velocidad.
Es un razonamiento muy respetable pero hay que tomarlo con pinzas.
Llevado a un extremo TODO lo que haga un gobierno es cuestionable porque hay una urgencia corriendo siempre en paralelo.
Si fuera así en la Casa Rosada no podrían servir un café sin antes tener garantizado el desayuno de cada argentino.

Una digresión: Me cae bien Giardinelli, es autor de al menos una buena novela ("El Décimo Infierno"), algunas de sus criticas en el trienio 1999-2001 fueron de una precisión envidiable, también de una sensibilidad envidiable, recuerdo una nota conmovedora en Pagina/12 donde contaba de unas maestras que fueron a comprar libros para la escuela y pudieron traerse dos libritos nomás... y lo llevaron a el a inaugurar la Biblioteca en un marco de respeto por el conocimiento en medio de una pobreza a la que poco le faltaba para ser extrema.
Por ultimo, su carta es tan respetuosa que da pena no coincidir.
Es muy difícil disentir con alguien que esta de este lado de la mecha.