Los artistas antes conocidos como movimientos sociales se aferran a la tanga de Carolina.
Hasta la CeGeTe se desvive por un cafecito con Triaca.
El aparato judicial se subordina a una persecusion con ribetes ridículos.
La tortura mediática se reproduce a toda hora y en todo lugar, puede ser un canal de noticias o un concurso telefónico en la decimoquinta radio de la ciudad de Viedma.
¿A que les hace acordar esta situación?
La historia no se repite dos veces. Pero gusta de la coherencia.
1 comentario:
35 a 38 % de los votos en Pcia.....peeeeero.....la votan la mitad de los jóvenes. Hay futuro.
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