En mayo de 2011 se desató en Brasil una polémica sobre un supuesto "kit gay" que se iba a distribuir en las escuelas. El diario Clarín daba cuenta del hecho mintiendo que: "Los conservadores pusieron el grito en el cielo y a la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, no le quedó otra que dar marcha atrás. La presidenta de Brasil tuvo que suspender la difusión de un material sobre la homosexualidad y el combate a la homofobia que iba a ser distribuido en escuelas públicas."
La verdadera historia la cuenta Fernando Haddad Ministro de Educación de Lula y Dilma y luego alcalde de Sao Paulo: "Toda la historia, comenzando con la expresión sesgada (kit gay), es un ejemplo de cómo la información falsa se puede crear (y mantener deliberadamente) con intenciones políticas desastrosas y con consecuencias que repercuten hasta la actualidad.
La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara aprobó una enmienda asignando recursos a un programa de combate a la homofobia en las escuelas.
El Ministerio Publico Fiscal le asignó esos recursos al Ministerio de Educación que le encargó el material a una ONG especializada.
Justo cuando el material me fue entregado para su evaluación, estallo la crisis del "kit gay".
Desde el principio, los que leen las noticias imaginaron que se trataba de una iniciativa del Poder Ejecutivo, cuando en realidad la demanda había sido del Ministerio Publico y el legislativo.
También se sugirió que el material estaba listo y ya distribuido. Le expliqué a la prensa y a las bancadas evangélica y católica del Congreso que no era asi, y el malentendido parecía aclarado.
Despreocupado, viaje el 25 de mayo a Fortaleza para recibir el título de Ciudadano Cearense. Durante mi ausencia de Brasilia, un material del Ministerio de Salud, se presentó como el llamado "kit gay" del Ministerio de Educación para las escuelas. Este era otro material destinado a prevenir enfermedades de trasmisión sexual y sida y que tenía por publico a los camioneros y los profesionales del sexo en las rutas y por lo tanto tenia un lenguaje distinto, directo y abierto.
El congresista Anthony Garotinho (PR-RJ) exhibió en el Parlamento la campaña del Ministerio de Salud dijo que yo había mentido y que en las escuelas de Goytacazes, donde su esposa, Rosinha Garotinho, fue alcalde, ya tenía las copias para distribuir a los estudiantes.
Se convirtió en un infierno.
Gilberto Carvalho, entonces jefe de gabinete de la Presidencia, me llamó alarmado. Le dije: "Gilberto, dese dos segundos para pensar y calmarse. Que no existe. El material para las escuelas todavía está en mi escritorio, no hay ninguna posibilidad que este distribuido"
Obviamente, lo explicamos mil veces a la prensa pero la confusión ya estaba hecha.
Y la controversia del "kit gay" continuó durante meses y aun hoy para millones de brasileros continua existiendo como el intento de pervertir jovenes que tuvo el gobierno de Dilma."
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