No existe la traición

"Si te quejas de que te traiciono, búscame enemigos a los que pueda odiar"

Pierre Corneille

Por la propia naturaleza de la política las quejas sobre la traición son banales. Para existir necesita dos condiciones. Que el traidor este en una posición donde su traición tenga peso político. Y en esa posición solo puede ser puesto por su arte, por su propia construcción, en colaboración fraternal con su conducción pero esta ultima condición ni siquiera es necesaria, mucho menos suficiente. Si yo traiciono a Cristina, Cristina ni se entera. Si la traiciona alguien que mueve el solo 20.000 votos en La Matanza produce un daño de esa magnitud (ni mas, ni menos).

La segunda condición es que quien traiciona tenga algo para ganar con esa traición. Y en esa posición nuevamente es puesto por su arte, por su construcción en solidaridad o no con su conducción. Nadie traiciona si no fue puesto en la posición de evaluar cuanto se gana y cuanto se pierde con su traición. Si llega a ese punto la conducción no puede hacerse la distraída. Es una posibilidad que debe evaluar y sopesar adecuadamente. 

Son riesgos de ida y vuelta. Si yo le di el revolver (o se lo ganó) no puedo llorar después porque lo apunta donde quiere (por eso "conducir no es mandar, conducir es persuadir"). Deberé entonces tener un revolver mas grande o prevenirme. Y "el que no tenga cabeza para prever, tendrá que tener espalda para aguantar"

De manera que no se puede llorar traición. Solo traiciona el que puede. Y si puede hay que tenerlo en cuenta. O a llorar al campito.