La no noticia no es siempre desinformación pero revela los hábitos manipulatorios del lenguaje de los medios. Crear expectativa sobre algo, que ese algo luego no suceda y convertir el no suceso en noticia. Es ficción pero ahora se llama periodismo.
Con la reciente gira del Papa por Cuba y EE.UU. la no noticia ha alcanzado ribetes caricaturescos.
Vean estos títulos del diario monárquico español El País: "El Papa evita cualquier referencia a los disidentes en su primer acto en Cuba" tituló el 21 de septiembre. Lo que es tenerse fe.
"El Papa no emite ningún mensaje crítico con los Castro" tituló el 22 de septiembre. Aha. ¿Y? ¿Debería?
En su editorial del 23 de septiembre se quejan amargamente: "La visita de un pontífice tan político a un régimen cuyo principal paso en política exterior (restablecer relaciones con EE UU) se ha dado con mediación de Roma había levantado grandes expectativas sobre lo que Francisco tenía que decir a los representantes del régimen castrista." Expectativas que el 95% de la humanidad ignoraba. Expectativas, por no decir presiones, que crearon los medios.
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