La economía argentina se encuentra ingresando de lleno en los ya conocidos escenarios de ajustes inconducentes.
Mientras la estructura regulatoria y macroeconómica que generó la crisis actual se mantiene inalterada (apertura de las importaciones, desregulación de la cuenta financiera y capital de la balanza de pagos, endeudamiento creciente, reducción de retenciones, redistribución regresiva del ingreso, etc) el FMI insiste con recetas con resultados conocidos por todos.
Fuertes devaluaciones junto a ajustes feroces, tanto fiscales como monetarios, resultan en un deterioro permanente de las condiciones de vida del país afectado, mientras mantienen inalteradas las fuentes de inestabilidad macroeconómica.
A pesar de que la recesión pueda generar excedentes externos producto de la reducción de las importaciones, los mismos serán insuficientes para abastecer de dólares a una Argentina con niveles récord de fuga y endeudamiento externo.
La inflación ríe desde afuera, ya que, al no tener orígenes monetarios ni fiscales, se encuentra lejos de verse aplacada. El resultado es una economía recesiva, inflacionaria y con desequilibrios externos inalterados, con deterioro social permanente y tendencia a la crisis estructural.
Difícilmente un privado sea optimista en semejante escenario. Argentina hoy depende de las relaciones institucionales (FMI, bancos centrales extranjeros) más que nunca.
Los paladines del libre mercado no solo enferman la economía, sino que terminan en el hospital público.
1 comentario:
hay q darles las muchas gracias a los opinadores polino, de consumidores libres (¿de que?) y demas organismos consumidoristas, feroces con G.moreno y sólo bla, bla bleros con los cambiemitas,
también a los garrocheros de la primera hora, urtubey y bossio y sus complices, y a los de la 2ª hora, ch.navarro y otrxs, de norte a sur y de este a oeste, , la patria será un haitícon squi y cataratas( por ahora, quizás llegueos a ser un recuerdo con límites en la av o lo q sea en unos años, gral paz
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