Islandia: La revolución que madura al calor de la sensatez

Hace poco mas de un año dábamos cuenta del rechazo de los islandeses a pagar el desastre organizado por sus banqueros y una importada idea de desregulación de los mercados (idea de la cual sus promotores ahora hacen cola para bajarse... salvo Macri que siempre llega tarde).
Con una sensatez que en este loco loco mundo es casi revolucionaria señalaron a los causantes de la crisis y se negaron a socializar las perdidas que generaron las ganancias privadas.
La población de Islandia volvió a rechazar un acuerdo negociado por el gobierno sobre la amortización de la deuda del banco Icesave. Un 58 por ciento de los votos fueron "no" y sólo un 42 por ciento apoyó el acuerdo para el pago del monto que supuestamente se le debe al Reino Unido y Holanda quienes rescataron a sus ahorristas de la quiebra pero ahora quieren pasarle la factura al pueblo islandés.
El primer referéndum, en marzo de 2010, una mayoría del 93 por ciento de islandeses rechazó el acuerdo de devolución de las deudas negociado por el gobierno de Reykjavik. Se criticaron sobre todo los elevados intereses. Como consecuencia, los tres gobiernos implicados negociaron el año pasado algunas mejoras para la parte islandesa. Las mejoras no fueron consideradas suficientes. Y la revolución no sera televisada.