El hambre no sólo repercute sobre el individuo, sino que también impone una carga económica para el desarrollo global. Los economistas estiman que un niño cuyo desarrollo físico y mental ha sido atrofiado a causa del hambre y la desnutrición, puede dejar de recibir entre el 5-10 por ciento de la totalidad de sus ingresos de vida.
Obsérvese el camino que queda aun por recorrer en América Latina.
2 comentarios:
Buen aporte!
Me llaman la atención:
México (para bien)
Qué tal Libia?
Los chinos, 2da. potencia mundial y cuanto les falta (ya se, son un toco)
Los países de Europa del Este zafan?
Y cuanto tendrá que hacer Evo todavía.
Y el norte de africa y medio oriente? Ahi no parece haber hambre, con los cual los tesistas de "cuanto peor mejor" reciben un nuevo reves.
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