El Pichu Cuellar bajo del micro que transportaba a los jugadores y miró desafiante a la afición rival.
Eso informaba la prensa, pero como suele suceder, era una mentira absoluta. El jugador miraba a un hincha que había sufrido un ataque epiléptico.
Su respuesta.
2 comentarios:
¡Qué sorpresa! No sabía que en España Clarín también tenía empleados mintiendo. ¡Cómo están progresando!
¡Y qué desubicado el deportista!
¿Dónde quedará entonces la libertad de expresión para poder decir, escribir y publicar cualquier mentira o pelotudez?
Así, nunca van a ser competitivos.
Mirá cuán diferente es aquí. Estamos cada día peor, pero según el FMI, vamos muy bien. Eso es libertad. Eso es ver la realidad desde otro punto, desde bien lejos.
Y los treeeeeeeenes? Que pasa con los trenes?
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