Las cosas se ordenaron peronisticamente y ahora la oposición aspira como máximo a un ballotage con el candidato de un oficialismo notablemente cohesionado (la interna bonaerense es nórdica al lado de las que hemos tenido) y marcando el ritmo de campaña.
El desconcierto en la tolderia opositora amenaza con llegar al sábado 8 de agosto, con Macri abandonando el discurso anti K y a sus perseguidores retomandolo, porque cualquier nicho vacante debe ser inmediatamente ocupado.
Entramos en la etapa donde terceras fuerzas buscan al menos la subsistencia y el corrimiento de Macri les regala (y le resta, de paso) el 5% de psicópatas anti K que no sirve para nada útil pero permite mantener calentitas unas bancas de diputados y pasear dos años mas por programas de televisión casi políticos con rimbombantes denuncias, y que la rueda gire hasta el 2017.
1 comentario:
Como me hubiese gustado Randazzo, Baleno. Me puse a llorar cuando lo bajaron y mis ilusiones se desinflaron. Hoy creo que Macri o Scioli son lo mismo. Randazzo era el proyecto. Muy triste.
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