martes, 17 de enero de 2017

Fotos de una ciudad

Rio de Janeiro es como Buenos Aires pero con anfetaminas. La pobreza es el doble y la riqueza también. La belleza y la fealdad.
También la inseguridad. Durante nuestra estadía en el gran país del norte (Brasil) mas 100 presos murieron en las cárceles brasileñas. Y no tienen la menor idea de que hacer. La respuesta estatal es liberar a los presos menos peligrosos. Lo que no tranquiliza precisamente a los que están afuera. Ademas la competencia por ver quien es menos peligroso sera reñida. Si las cárceles son un infierno, las brasileñas son la escuela del diablo.

La inseguridad es palpable, hay carteristas y descuidistas por doquier pero también vándalos. Tipos (no siempre jóvenes) que entran al subte y lo destrozan o queman un colectivo en plena Copacabana.
Según los expertos todo esto esta en el marco de una lucha por el dominio de Rio de Janeiro entre el Primer Comando de la Capital que tenia su base en San Pablo pero se ha extendido y el Comando Vermelho la organización criminal natural carioca.
A esto se suman fuerza policiales municipales, estaduales nacionales y hasta las fuerzas armadas y un mix de todo eso como el B.O.P.E.
Nos toco ver como un camión de infantes de marina con fusiles de asalto se dirigia a la favela Pavao Pavoncinha a reprimir. Lo que se escuchaba no eran fuegos artificiales.

El gobierno de Temer hace campaña basándose en la baja de inflación y de las tasas de los créditos. Probablemente anticipándonos el eje de Macri en 2017. Una economía que se frena (y en Brasil cayó 11 meses seguidos el consumo y solo subió 0.2% en diciembre) al menos tiene la virtud de frenar la inflación. Una buena entre las pálidas.
Las perspectivas no son buenas. Dicen que en 2017 uno de cada tres desocupados nuevos en el mundo va a ser brasilero.

La infraestructura no emociona a nadie sin embargo en Rio la temperatura no baja nunca de 29 grados y los aires acondicionados se usan todo el día a punto de congelamiento. 17º es la temperatura mas usual y no tuvimos ningún corte de luz.
Si nos sorprendió la cantidad de argentinos, una noche en un restaurante árabe (hay mil, son baratos y están siempre llenos) todas las mesas estaban ocupadas por argentinos.
Bueno, no es tan extraño, allí nos enteramos que el gobernador de Mendoza esta Cuba, el de Jujuy en Florianopolis y la de Buenos Aires en México.

2 comentarios:

Alcides Acevedo dijo...

No entiendo ¿están pidiendo a los gritos una devaluación?

Brasil lleno de argentinos, después dicen que hay recesión.

Lic. Baleno dijo...

Que no entendes esta claro.