El escándalo de la carne de caballo sigue creciendo en Europa. Inspectores de la República Checa han encontrado carne equina en las albóndigas vendidas en las tiendas de la multinacional Ikea, mientras que en España se ha detectado en el relleno de los canelones de la marca La Cocinera.
De hecho, Nestlé, fabricante de los canelones, ya los ha retirado, así como otros cinco productos más: fusilli boloñesa Buitoni, empanada gallega de carne La Cocinera, relleno de carne La Cocinera, gratén de berenjenas La Cocinera y empanadillas de carne La Cocinera.
Nestlé ya se vio obligada la semana pasada a retirar tortellini y raviolis de carne de la marca Buitoni, a la venta en España e Italia, así como de la lasaña a la boloñesa Gourmand, producida en Francia y dirigida a la hostelería.
Las autoridades checas han confirmado que los paquetes de albóndigas congeladas que contenían caballo estaban hechas en Suecia y etiquetadas como de ternera y cerdo, y su destino eran las tiendas de la multinacional donde se ofrecen productos típicos del país escandinavo. En concreto, han frenado la comercialización de alrededor de 760 kilos de estas albóndigas fraudulentas.
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