lunes, 21 de mayo de 2012

¡Cachoeira!

Frecuentemente, mas frecuentemente de lo que desearíamos, el gobierno hermano de Brasil tiene que hacer renunciar a un ministro porque ¡ay! lo engramparon con la mano en la lata.
Curiosamente los casos de corrupción en Brasil son tomados como aleccionadora prueba de superioridad moral por parte del gorila tradicional argentino. "Allá, si te enganchan, te echan. Mirá que capos son..." te dicen sin detenerse a pensar.
Con este no van a poder.
Leemos: "...ese entuerto brasileño tiene como principal chivo expiatorio a un bicheiro (operador del juego, levantador de quiniela) conocido bajo el nombre de Cachoeira, quien habría traficado influencias entre los partidos que conforman la "base aliada" del gobierno de Dilma Rousseff..."

1 comentario:

Marcela dijo...

El famoso perejil. Ojo, seguramente alguna joda se mando, pero sin duda hay mucha mas gente de la que no se dice nada. Creer que en Brasil (o en cualquier parte del mundo) la ligan los fuertes es un chiste. La politica, como la muerte, nos iguala a todos: todos los medios se justifican y los verdaderos responsables siempre salen indemnes