Las elecciones legislativas de 2017 ponen en juego mucho más que la conformación de las cámaras
del Congreso Nacional de los próximos años. Son un verdadero muestreo del nivel de aprobación de
la actual gestión. Un resultado relativamente favorable al oficialismo en la provincia de Buenos Aires,
le daría más fuerza para encarar una serie de reformas estructurales que juzgan indispensables para
dejar atrás las bases económicas y sociales del “populismo”.
Un triunfo de la oposición implicaría un
duro golpe al programa económico liberal y una probable dificultad para sostener el financiamiento
externo de la economía en lo que resta del mandato presidencial de Mauricio Macri.
En ese contexto electoral y ante el fracaso del proyecto inicial de reactivar la economía por la vía del
arribo de inversiones externas, el gobierno ha trazado un plan de emergencia tomando elementos de
la gestión económica de Martínez de Hoz en tiempos de la última dictadura militar y de la
convertibilidad de Menem-Cavallo.
Un relanzamiento de la obra pública centrado territorialmente en
los distritos administrados por el oficialismo y sus aliados, que permita reactivar la actividad de la
construcción y consolidar su posición parlamentaria-territorial. Un dólar barato y apertura
importadora que permita disminuir la inflación, generar un bienestar de consumo en la franja media-alta
que constituye la base social más firme del oficialismo, y compensar el impacto del tarifazo en la
media y baja de la sociedad.
Los grandes perdedores del programa económico electoral son los sectores productivos que
compiten con importaciones. Especialmente los trabajadores que ven disminuidos sus puestos de
trabajo al calor del cierre de líneas de producción en empresas que se re-convierten en importadores
y reducir sus ingresos reales ante la dura posición oficial en las paritarias.
La macroeconomía de la obra pública y el dólar barato con apertura importadora se sostienen en la
toma de créditos externos que financian su costo fiscal y en divisas. En enero de 2017, la Nación y las
Provincias colocaron créditos en divisas por USD 21.873 millones. De esa manera, se aseguró la mayor
parte del financiamiento necesario para 2017 del programa económico electoral, anticipando el
posible encarecimiento del mismo ante una muy probable suba de tasas de la FED de los EEUU.
Continua aquí.
2 comentarios:
Pero los trenes? que pasa con los trenes?
Aclaremos que el dolar se emite sin respaldo y es un festival yanky ingles de cheques sin fondo donde encima la deuda la carga el que los recive en prestamo!!!!!!
Te prestan un cheque sin fondo y tenes de alguna forma que devolver mercaderia cereal carne petroleo tierras etc!!!!!
Asi que mientras mas cheques sin fondos aceptas no creo que se estes mejor, por eso ellos mismos han implementado un sistema usurero y timbero de retorno de sus cheques sin fondo, para que se note menos la estafa.
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