O povo ñao é bobo

"¡O Globo! ¡O Globo! ¡O povo ñao e bobo!" gritaban en los ´80 los obreros metalúrgicos de San Pablo bajo la conducción de un jovencisimo sindicalista al que apodaban Lula. Estaban hartos de la dictadura. De la militar, y también de la mediatica que los aturdía con 14 horas de telenovelas diarias.
Entre el 14 y el 17 de diciembre se llevó a cabo la primera Conferencia Nacional de Comunicación (CONFECOM) en Brasilia, el primer, tímido, intento de Brasil para renovar su legislación sobre medios que data de 1962.
Hace pocas semanas la Cámara de Diputados chilena aprobó una tibia ley de radios comunitarias (¿que ahora se estancará en el Senado?) que, apenas si les reconoció la existencia aunque las limitó en cuanto a potencia y frecuencias (escuchen en el audio de abajo la importancia de este tema en la ley argentina). La cuestion medios y la construcción del relato (como le gusta decir a nuestra querida montonera atea y grasa que hace de PresidentA) está flotando en el aire como un mal presagio... o como gas mostaza, vaya uno a saber.
La CONFECOM elaboró unas 500 recomendaciones entre ellas la creación del Consejo Nacional de Periodismo, la división del espectro radioeléctrico siguiendo la proporción de 40% para el sistema público, 40% para el privado y 20% para el estatal, la prohibición de la publicidad destinada a niños menores de 12 años, el reconocimiento del derecho humano a la comunicación, la creación del Observatorio de Medios de la Igualdad Racial y la desburocratización de los procesos de autorización para radios comunitarias.

El informe de Pulsar emitido por Radio Tierra de Chile y la reflexión sobre Brasil y la experiencia Argentina.