sábado, 12 de septiembre de 2015

Nuestra trepidante realidad

Escuchen lo que dijo el negro Oro.



Mas allá de lo obvio y las puteadas, dice algo mas muy claramente, que le abren y le cierran el micrófono a quien se les antoja (o les paga) en el momento.
Si, ya se, todos lo sabemos, pero no esta demás refrescar el concepto.

2 comentarios:

  1. Escuchar a estos muñecos quejándose amargamente de sus compinches-de-a-ratos es patético. De la letra del tango Las Cuarenta, recuerdo:

    "Aprendí todo lo bueno, aprendí todo lo malo,
    sé del beso que se compra, sé del beso que se da;
    del amigo que es amigo siempre y cuando le convenga,
    y sé que con mucha plata uno vale mucho más."

    Esta extraña caterva periodística independiente, no sabés si se manifiesta indignada por la falta de ética y transparencia de los atorrantes del PRO y sus cómplices o si patalea porque "lo dejaron afuera" después de los patrióticos servicios prestados.

    Ellos allá y nosotros aquí, corruptos, populistas, fraudulentos, afectos a la dictadura de los votos, como dice don Bartolo de la tribuna con olor a bosta.

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  2. Con el negro oro no voy ni a la esquina pero al menos dice abiertamente a quién apoya, qué distintas serían las cosas si otros siguieran el ejemplo.

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